Al cumplirse 100 años del nacimiento de Astor Piazzolla, Argentina se propuso homenajear al compositor argentino que se atrevió a recorrer todos los géneros musicales con su instrumento.
Como puntapié inicial, el Centro Cultural Kirchner y la Fundación Astor Piazzolla organizaron múltiples actividades, incluyendo conciertos, exposiciones y la inauguración de una plataforma digital, que con grabaciones y tesoros familiares nos invitan a descubrir el mundo interno del talentoso músico.
En la provincia de Mendoza, tuvimos el placer de recibir a Escalandrum. El sexteto liderado por el baterista Daniel «Pipí» Piazzolla y conformado por Nicolás Guerschberg en piano y arreglos, Mariano Sívori en contrabajo, Damián Fogiel en saxo tenor, Gustavo Musso en saxo alto y soprano y Martín Pantyrer en saxo barítono y clarinete bajo, se presentó en el marco del ciclo Música Clásica por los caminos del vino. En un entorno privilegiado, con vista a los viñedos de la Finca Decero y al cordón de la cordillera mendocina, pudimos disfrutar de la excelencia musical que invadió el predio.
En esta ocasión, presentaron varios temas de su último disco llamado PIAZZOLLA 100. En el mismo se incluyen once temas de Astor, además del invaluable rescate de un solo interpretado por el mismo bandoneonista. Se trata de una introducción a la Suite troileana, que Piazzolla había grabado a fines de los ’70. Así, pudimos disfrutar de seis músicos excepcionales, de una calidad artística e interpretativa que hicieron emocionar a fanáticos y novatos.
Con arreglos del pianista y compositor Nicolás Guerschberg, tuvimos la posibilidad de escuchar La muralla china, un tema con tintes rockeros exquisitamente fusionado con el tango y el jazz, además de un recorrido por clásicos como Escualo, Adiós Nonino, Libertango, Bs As hora 0, con solos instrumentales de una solidez y musicalidad inigualables.
Con la puesta del sol en las montañas nevadas, el público se despedía de una tarde exquisita de música y paisajes soñados.
